El alpinista sólo disfruta arriesgando , viviendo, escalando, jugando (-selo todo)… cubriendo(se) el corazón de gerundios.
El objetivo (de este alpinista) no es la cima, ¿sorprendente?, al menos no lo es siempre, la meta es… conocer, descubrir, hollar ([…] 1. tr. Pisar, dejando señal de la pisada. […]), porque… no quiero que lleves de mi, nada que no te marque...
El alpinista no siempre asciende, a veces, se para, observa, considera, y retrocede, sí, retrocede, asume la derrota, inicia el descenso y… no, no, aún queda una opción, y vuelve a intentarlo…
El alpinista no entiende de números, no sabe si lo intentó una, dos, tres… el alpinista sólo piensa en el infinito, porque no le importa detenerse en adjetivos, montar su vivac, soportar temporales, esperar, esperar, esperar… también maneja los infinitivos, aunque nunca nunca ha usado uno para sustituir a un imperativo…
El alpinista tiene unas botas con crampones, que se agarran al suelo y le sirven para seguir avanzando, a su ritmo, si me dejas, si me das tiempo, porque…
El alpinista sólo guarda en la mochila los cuentos que tienen ventajas, los demás, caen al vacío, en vertical.