miércoles, 7 de mayo de 2008

Sombrero

Traje, corbata y sombrero, uno de esos sombreros que acostumbraba Samuel Spade, sí, de los que parecen gritar: "¡¡¡tengo mi nombre escrito en un cristal!!!", un sombrero en blanco y negro.

El sombrero evitaba la fuga de ideas, eran pocas, y no se podía permitir el lujo de dejarlas escapar, ahí quedaban. En el momento indicado, bastaba sacarlo de la cabeza, mirar en su interior, meter la mano y agarrar una cualquiera de las que jugueteaban entre las costuras, intentando escapar, pretendiendo huir de la mundana utilidad.

El peligro acechaba detrás de cada esquina, un encontronazo, un golpe, una casualidad... un intercambio de sombrero y... el desastre, adiós originalidad, adiós...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

yo necesito un sombreroooo!!!diooos tengo ke entregar/exponer un trabajo el lunes y no he empezadooo! y lo mejor es ke ni idea de como hacerlo!!!!

las gorras tb valen?

Anónimo dijo...

a mi tampoco...

Anónimo dijo...

yo los conocia de antes y la verdad es ke son brutales...

le dan a la pelicula aun mas encanto...

Anónimo dijo...

si la verdad es ke es algo extraño...

creo ke nunca habia dejado tantos comentarios de comentarios de comentarios de entradas

jajajaj