miércoles, 26 de marzo de 2008

Ruido

¿Botas o zapatos?, preguntaba cada mañana.

Zapatos, le rogaba sin vacilar, sí, lo recuerdo. Aquellas botas, ruidosas, demasiado para que nuestra conversación consiguiera sobreponerse, ¡¡¡clac clac clac...!!!, imposible, las palabras necesitaban llenarlo todo, lo demás sobraba.

Botas, exclamaba con todas mis fuerzas, sin decirlo, cuando dejó de preguntármelo, y entonces, los silencios se convirtieron en angustiosos.

3 comentarios:

Patricia dijo...

ahora entiendo lo de las botas necesarias ;)

Pues yo sigo pensando que si tengo que elegir entre botas y zapatos, me tiro por la calle de enmedio: ¡¡descalza!!
:P

.elena ortiz dijo...

por supuesto que un hasta que no es lo mismo que un mientras. vive en el mientras y nunca en el hasta que. no le ponga fin al tiempo, porque el tiempo pasa, pero no se acaba. yo vivo en el mientras. por lo que puedda pasar.

Silvia dijo...

No encuentro botas de mi talla en este país...así que he renunciado a ellas en pos de los zapatos...

Un gusto visitarte


Saludos


Silvia