martes, 19 de febrero de 2008

Quienquiera que seas...

Una canción, unas palabras, un texto, unos colores (no vistos, sentidos), y sonidos, sobre todo sonidos (imaginarios, claro). Luego, una sonrisa, una de esas (poquitas) que te cuentan, te dicen, te hablan... sí, una sonrisa sin secretos.

A contraluz, pero brillante, aunque sin adornos, brillante ella, brillante por ella.

Serena, madura, adulta, sí, todas esas vidas que lleva dentro se asoman en su boca, en sus labios, todas quieren ser, existir, y ella las muestra, porque son suyas, porque es ella.

Y yo sigo escuchando, prestando atención, porque ella no quiere dejar de contar (su sonrisa, tampoco).

6 comentarios:

Marian dijo...

Qué lindas las sonrisas que cuentan cosas, ¿verdad?

Un besito sonriente

(Me encanta tu blog, ¿sabías?)

Azul dijo...

Que bonito es que esas sonrisas aparezcan e ilusionen, sorprenden y de un día para otro todo lo cambian.

Estoy segura que esa sonrisa....debe ser muy especial y cercana....y vale dejar todo lo demás.

Un bikiño :)

Danelí dijo...

Yo siempre me quedo en silencio, observando; disfrutando,sin producir sonidos, de los desconocidos (quienquiera que seas, de dónde has salido...J. Drexler)

Un beso

pepa dijo...

un comentario me significa siempre una invitación
y me encanta tu brevedad
y que justo suene Drexler en el título
no creo en las casualidades

=)

seguiré leyendo

Anónimo dijo...

Yo siempre firmo Ella en los blogs amigos, pero me da palo después de leer tu post, aunque al final concluyo que no es tan importante, porque tal como la describes ella bien pudiera ser yo, y la otra, y la otra, y cualquier mujer que se precie y se mire en el espejo de sus ojos... y los tuyos.
Un saludo, gracias por el rastro.

Patricia dijo...

Si me lo permites, soñaré -despierta, claro- un momento con que este texto es para mí ;)

Afortunada Ella, la que te inspiró.

Salud!

PD: mejor ser un temerario que un cobarde ;)